Guía visual y práctica para distinguir la nieve dura y la nieve costra.
Introducción:
Conocer el tipo de nieve es fundamental para la seguridad y el disfrute en la montaña. A continuación, te explicamos las claves visuales y físicas para distinguir los tipos de nieve más habituales antes de dar el primer paso.
Claves Visuales y Físicas
- Observa el aspecto general: El brillo, la textura y el color ofrecen pistas rápidas sobre el estado de la nieve.
- Prueba física: Lanzar una piedra o presionar con el bastón puede ayudarte a confirmar el tipo de nieve.
Tipos de Nieve
1. Nieve Dura (o nieve "helada")
- Superficie: Compacta, resultado del ciclo de deshielo y rehielo.
- Aspecto visual: Brillo vidrioso o destellos plateados bajo el sol. Superficie lisa y uniforme.
- Color: Más blanquecina o azulada si es muy densa.
- Al tocarla: Una piedra rebota y suena "clic-clic".
- Riesgo: Muy resbaladiza; en pendientes fuertes, se necesitan crampones y piolet.
- Progresar: No dejas huella, la bota no entra.
2. Nieve Costra
- Superficie: Capa superior congelada, oculta nieve polvo debajo. Formada por viento o helada rápida tras lluvia ligera.
- Aspecto visual: Mate, rugosa, con ondas o crestas ("sastrugi") por el viento. Sin brillo uniforme.
- Color: Blanco opaco, parches como "cartón".
- Al tocarla: Una piedra rompe la superficie y puede quedarse medio enterrada, suena hueco.
- Riesgo: Muy traicionera; la costra puede romperse y hundirte hasta la rodilla.
- Progresar: Aguanta un segundo y luego se rompe.
Trucos y Consejos Prácticos:
- Si el viento ha soplado fuerte y la nieve tiene "escamas" de pescado, probablemente es costra.
- Si el sol ha calentado todo el día y luego ha refrescado, prepárate para nieve dura.
Conclusión:
Reconocer el tipo de nieve te ayudará a anticipar riesgos y a elegir el material adecuado, mejorando tu seguridad y experiencia en la montaña. Mantente atento a los detalles y adapta tu técnica según lo que encuentres bajo tus pies.